¿Te levantas igual de cansado que cuando te acostaste? Quizás tengas que pararte a pensar en ti mismo por una vez.
Si tienes hijos pequeños, puede que estés acostumbrado a ponerte a ti mismo y a tus propias necesidades en último lugar. Cuando los pequeños son el centro de atención, esto puede significar que tus requisitos nutricionales y de sueño pasan a ocupar una segunda fila. No es de extrañar que estés cansado y aletargado. Aquí encontrarás 10 consejos sencillos que te devolverán la energía, tengas hijos o no.
- El ejercicio es la mejor forma de aumentar tu nivel de energía, pero puede resultar difícil hacerle un hueco en un horario ya apretado. ¿Pero… y si pudieras correr o ir en bici al trabajo o a la guardería? Hay muchos equipamientos que te permitirán hacer esto, como cochecitos especiales, remolques para bici, sillitas para niños, etc.
- Las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B6 (piridoxina), B8 (biotina), B12 contribuyen a mantener el metabolismo energético normal. Si sigues el consejo de comer cinco raciones de fruta y verdura al día, sin duda alguna, estarás cumpliendo con los requerimientos en las vitaminas más importantes. Sin embargo, la vitamina D, está presente en pocos alimentos, y los complementos de Omega-3 Möller’s (excepto Möller’s Forte), son una buena fuente de la misma.
- Desayuna todos los días, es la mejor manera de empezar el día con energía.
- Cambia una taza de café por un vaso de agua. A pesar de que la cafeína pueda parecer revigorizante en el momento, una alta ingesta de café reduce, en general, tu nivel energético. Puede ser igual de energizante beberse un vaso de agua fresca. Incluso la deshidratación leve puede desembocar en una ralentización del sistema circulatorio, por lo que el cuerpo tiene que trabajar más duro para llevar sangre a las células y a los órganos y esto puede hacer que te sientas exhausto.
- Hay pocas cosas que tengan un efecto tan fuerte en nuestro estado de ánimo como la música. Así que crea una lista de canciones energéticas y positivas en Spotify que puedas ponerte (a todo volumen) cuando estés cansado. Además, baila para activarte.
- Recibe un aporte regular de energía. Para mantener tus niveles de azúcar en sangre y energía estables a lo largo del día, es buena idea comer un poco cada tres o cuatro horas. Intenta comer una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
- Ten unos niveles altos en hierro. Si tienes dudas sobre cómo tienes tus niveles de hierro, consulta a tu médico. Algunos ejemplos de alimentos ricos en hierro son la morcilla, el paté de hígado, la ternera, el pollo, los mejillones, los productos integrales, las espinacas y la berza.
- Párate y respira profundamente con el diafragma varias veces. Cuando nos estresamos, solemos respirar con respiraciones cortas y poco profundas, lo que nos da poco oxígeno y solo hace que nos sintamos más estresados y cansados.
- Duerme mejor bajando la temperatura de tu dormitorio. La mayoría de nosotros pasamos calor mientras dormimos. La mejor temperatura dormir está entre los 12 y 24 grados. Si hace demasiado calor o demasiado frío, te costará más dormir y descansar.
- Consume alimentos ricos en fibra. La fibra penetra hasta el torrente sanguíneo a un ritmo lento, lo que significa que la energía de los alimentos dura más.