¿Cerebro o intuición? Kaja Nordengen, investigadora neurocientífica y autora de Your Superstar Brain (La superestrella de tu cerebro), nos explica que las decisiones y las emociones tienen lugar en el cerebro.
El cerebro controla las decisiones y las emociones
¡La próxima vez que alguien te diga que sigas tu intuición, puedes echarte a reír a carcajadas! Tu intuición no te ayudará en nada, si no fuese por tu cerebro. Y si sientes algo en el estómago, es solo porque has comido demasiado, tienes hambre o has comido algo en mal estado. Expresiones como «Te quiero desde lo más profundo de mi corazón» están igual de vacías. Podrías utilizar la frase «Te quiero con la parte inferior de mis bíceps derechos» y estarías diciendo lo mismo. El estómago no nos puede guiar a la hora de tomar las decisiones adecuadas en la vida y no queremos a las personas con un músculo. Las decisiones y las emociones se producen en el cerebro.
¿Cómo funciona el cerebro a la hora de tomar decisiones?
A veces nos enfrentamos a una decisión en la que hay tantos pros como contras y en la que cada aspecto tiene la misma importancia. Tras valorar los pros y los contras sin poder llegar a una decisión, puede ser útil seguir a nuestra intuición. Sin embargo, la intuición no tiene nada que ver con una sensación en el estómago: es una interconexión de emociones innumerables que has experimentado a lo largo de los años, un proceso que se ha desarrollado a través de la evolución durante muchos millones de años. Así que la intuición no está en el estómago, sino en el cerebro.
Algunas de tus experiencias están almacenadas como recuerdos concretos. Puede tratarse de tu primer beso o la pérdida de un ser querido. ¿Pero qué pasa con la innumerable cantidad de veces que has ido a trabajar, has hablado con la familia durante el desayuno, se te ha caído el café en el trabajo o has intercambiado cuatro palabras con un desconocido sobre el tiempo? No recordamos todos estos episodios como recuerdos independientes. La mayoría de las cosas que experimentamos durante un día se almacena en una base de datos general de recuerdos y se convierten en «experiencias». La intuición no es un ejercicio salvaje de conjeturas, sino que se basa en todas estas experiencias generales.
¿Puedes decir que, como te duele la tripa, deberías convertirte en veterinario o granjero? ¿O que deberías aceptar la infidelidad? ¡Pues claro que no! Puedes sentir malestar estomacal por estrés, pero esto es algo que controla el cerebro. Las señales y hormonas del estrés procedentes del cerebro pueden afectar a todo tu cuerpo, incluidos el estómago y los intestinos. Así que, decir que tienes estrés en el estómago es como decir que sientes bochorno en las mejillas porque te sonrojas.