¿Cómo mantener un funcionamiento normal del sistema inmunitario de los niños?
Cuando tu hijo empieza a ir a la guardería, empieza un capítulo nuevo de su vida. Aquí te ofrecemos algunos consejos para mantener un funcionamiento normal del sistema inmunitario del niño (y el del resto de la familia)
El primer año de guardería es un año en el que puedes esperar que tu hijo esté enfermo muchas veces. La guardería es un caldo de cultivo de gérmenes y virus y, probablemente, también terminaréis por contagiaros otros en casa, cayendo uno tras otro. Pero esto mejorará con el tiempo, pues cada vez que padeces una enfermedad infecciosa, el sistema inmunitario produce más anticuerpos y se hace más fuerte y mejor a la hora de combatir las próximas enfermedades.
En el caso de los recién nacidos, la historia cambia. El profesor Arne Spurkland, especialista en el sistema inmunitario, nos lo explica así:
«Los recién nacidos todavía no han generado ningún anticuerpo. Antes de nacer, recibieron anticuerpos IgC y, durante la lactancia, reciben anticuerpos IgA, ambos de la madre. Esto protege al pequeño durante los seis primeros meses de vida, hasta que empiezan a fabricar sus propios anticuerpos».
Tras los seis primeros meses de vida, los bebés y los niños utilizan su propio sistema inmunológico para luchar contra las infecciones. Tras sufrir una reacción inmunitaria, algunas de las células que han sido estimuladas por ese proceso permanecerán activas y producirán anticuerpos. Esto significa que la próxima vez que nuestro cuerpo se enfrente al mismo virus, ya tendrá anticuerpos y empezará más rápidamente a producir una mayor cantidad de ellos, siendo capaz así de detener la infección de manera más eficaz. Se trata del mismo modo en que actúan la mayoría de las vacunas, y el motivo por el que muchas infecciones solo se contraen una vez en la vida.
Por este motivo, los niños necesitan ponerse enfermos de vez en cuando para mantenerse sanos en el futuro. Aunque estaremos de acuerdo en que sería magnífico si pudiéramos evitar que enfermaran constantemente. Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener un funcionamiento normal de su sistema inmunitario?
1. La vitamina D
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha demostrado que la vitamina D contribuye a mantener el funcionamiento normal del sistema inmunitario.
El aceite de hígado de bacalao contiene altas cantidades de vitamina D, para la infancia y después de ella
2. Lavarse las manos de forma divertida
Para evitar la propagación de gérmenes, es imprescindible asegurarse de que tus hijos se laven las manos correctamente con agua y jabón durante los 20 segundos recomendados. El truco es hacerlo animándoles a cantar una canción mientras se lavan las manos. Cuando hayan terminado, sabrán que se han lavado las manos durante 20 segundos. Además, tus hijos pueden utilizar este método en cualquier sitio: en el colegio, en casa de un amigo o en los aseos públicos.
3. Comer cinco raciones de fruta y verdura al día
Las Autoridades Sanitarias recomiendan comer cinco raciones de fruta y verdura al día, ya que es una forma fácil de aumentar la ingesta de vitaminas. Las vitaminas A, C, D y muchas del grupo B (como B6, B9 y B12) contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Y cuanto más variadas sean las frutas y verduras, mejor.
4. ¿Qué pasa con la suciedad?
Recuerda que cada vez que nos contagiamos, el sistema inmunitario produce más anticuerpos y se va fortaleciendo. Por tanto, los niños deben ensuciarse en el barro, meterse los dedos sucios en la boca y entrar en contacto con animales lo antes posible.