Siete consejos para unos alimentos saludables que a los niños les encantarán
Una dieta variada y equilibrada junto con un estilo de vida saludable es el mejor componente para el desarrollo de tu hijo. Infundir una base sólida de buenos hábitos alimenticios desde la infancia por lo general durarán toda la vida. Pero, ¿te cuesta que tus hijos coman alimentos saludables? Aquí te damos siete consejos que pueden hacer que las comidas sean algo más fáciles.
1. ¡Más tiempo en familia! A los niños les encanta cenar a la misma hora
Los niños son seres visuales. ¿Has puesto una mesa bonita? ¿Tiene todo el mundo su sitio y son los alimentos frescos y coloridos? Entonces tienes muchas más posibilidades de que los niños quieran sentarse a la mesa. Y si los adultos tienen paciencia, apagan la tele y la familia se reúne en torno de la mesa, tienes todos los ingredientes para disfrutar de una comida tranquila.
2. Más pescado – ¡alimentos saludables que a los niños les encantan!
¿Dices que tus hijos no comen pescado? ¡Eso es que no has encontrado el pescado adecuado en la forma adecuada! Echa un vistazo por el supermercado y encontrarás pasteles de pescado, palitos o barritas de pescado y pescado en forma de corazón. Luego tienes también el pescado con toppings, el pescado para freír, el pescado para incluir en sándwiches, para mojar en salsa de soja o para comer crudo. Y la selección de recetas es infinita. Por eso, si sigues buscando, encontrarás un montón de pescado que a tus hijos les encantará.
El pescado graso contiene vitamina D, que contribuye al mantenimiento de los huesos en condiciones normales y contribuye a mantener el funcionamiento normal del sistema inmunitario. El pescado también es rico en ácidos grasos Omega-3, como el DHA (ácido docosahexaenoico) que contribuye a mantener el funcionamiento normal del cerebro1 y la visión1. Así, si consigues que tus hijos se acostumbren a comer más pescado, les estarás haciendo un favor enorme.
1El efecto beneficioso se obtiene con una ingesta diaria de 250 mg de DHA.
3. Alimentos más variados
Cuanto más variados sean los alimentos que comes, ¡mejor!. Así que no tengas miedo de experimentar en la cocina, a pesar de que los miembros más pequeños de la familia te miren con escepticismo. Puedes hacer que los niños prueben cada plato, pero no les obligues a comérselo. La cuestión con los niños es que su reacción al probarlo por primera vez, por segunda y por tercera sea poner mala cara, pero, de repente, puede que les encante un plato la cuarta vez. Cuando introduces una nueva comida o alimento, no es raro que se lo tengas que ofrecer al menos 10 veces antes de que el niño crea que no pasa nada por comérselo.
4. Más aceite de hígado de bacalao
El aceite de hígado de bacalao es una forma excelente de que los niños (a partir de 3 años) tengan un complemento de la vitamina D a las cantidades diarias que aporta una dieta variada y equilibrada. La vitamina D es una de las pocas que puede producir nuestro propio organismo, ya que nuestra piel es capaz de sintetizarla a partir del colesterol en presencia de la luz solar. Es por este motivo, que, en época de otoño o invierno, cuando nos da menos el sol, hemos de aseguramos que nuestra dieta nos aporta las cantidades necesarias de vitamina D. Los ácidos grasos Omega-3 del aceite de hígado de bacalao son buenos para el cerebro y la vista, como es el caso del DHA que, contribuye al funcionamiento normal del cerebro y la visión. además de para la función cardíaca, como es el caso del ácido eicosapentaenoico (EPA) que ayuda a la función normal del corazón. Estos beneficios te pueden acompañar, a lo largo de toda la vida y se consiguen con una ingesta diaria de 250 mg de EPA y DHA (en el caso de la función cardíaca) y una ingesta diaria de 250 mg de DHA en el caso de los efectos en el cerebro y la visión. Así que incorpora en tu rutina matutina una cucharadita diaria de aceite de hígado de bacalao para toda la familia.
5. Más agua
Las bebidas gaseosas y dulces representan una gran parte de la ingesta de azúcar de niños y adolescentes. Pero los niños pequeños no piden zumo, a menos que se hayan acostumbrado a él. Siempre y cuando seas tú el que decide, deberías darles agua para saciar la sed. En cumpleaños y ocasiones especiales, los zumos tienen la misma acogida que las bebidas gaseosas, y si no te queda más remedio que comprar bebidas gaseosas, puedes mezclar zumo y agua carbonatada y ofrecerles así una alternativa con menos cantidad de azúcares.
6. Tentempiés no procesados
Si andas justo de tiempo y estás rodeado de niños hambrientos y gimoteantes, coger el atajo de los alimentos procesados de emergencia suele ser demasiado fácil. Pero, por fortuna, la selección de tentempiés y alimentos no procesados crece. Si siempre tienes provisiones de estos alimentos en stock, como palitos de zanahorias, frutos de cáscara sin tostar y sin sal, yogur sin azúcar, arándanos, etc., ¡los más pequeños se acostumbrarán a estos tentempiés sin grasa y sin azúcares y no pedirán los procesados!